A pesar de todo el alboroto en torno al metaverso, es fácil olvidar que todavía está en pañales. Si bien el término ha ingresado recientemente a la conciencia pública en general, ya se espera que su impacto en la forma en que interactuamos con la tecnología sea profundamente significativo. McKinsey & Company estima que el gasto global anual dentro del metaverso podría alcanzar los 5 billones de dólares para 2030 en dominios tan amplios como los juegos, las redes sociales, el fitness, el comercio y el aprendizaje remoto.
La cuestión de cómo definir y construir tecnología con capacidades tan amplias está en constante cambio. Si bien varios juegos, como Roblox, Fortnite y Minecraft, han sido aclamados como ejemplos tempranos de plataformas de metaverso exitosas, un enfoque más holístico vería una interacción sin restricciones para los jugadores en estos juegos. La interoperabilidad entre plataformas de metaverso es un componente clave que se debe considerar.
Una nueva forma de socializar
Si bien recientemente entró en el léxico público, el metaverso no es un concepto nuevo. El término se usó originalmente para describir una ruptura ficticia con la realidad en la obra de Neil Stevenson. Choque de nieve. La popularidad del entretenimiento digital aumentó enormemente durante la pandemia. Desde juegos como Among Us hasta servicios como Netflix Party y Zoom, la oportunidad de socializar virtualmente fue muy atractiva para muchos durante una época de profundo aislamiento.
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Estos cambios han remodelado fundamentalmente nuestras ideas sobre cómo socializamos y trabajamos juntos, con hábitos duraderos formados al conectarnos y colaborar virtualmente, un factor importante que acelera el compromiso con el metaverso. Experiencias virtuales como el concierto Fortnite de Travis Scott han dado pasos positivos en el desarrollo de experiencias de inmersión social en el juego. Sin embargo, aún no ha llegado al mercado una experiencia virtual hipersocial multiplataforma.
Moderación versus censura
La libertad, la comunidad y la colaboración son todas características definitorias del metaverso. Lograr esto requiere una infraestructura que pueda admitir la transferencia de metadatos confidenciales a través de diferentes protocolos de cadena de bloques, plataformas de metaverso y ecosistemas de juegos en una combinación de redes sociales, billeteras criptográficas y aplicaciones descentralizadas. Por lo tanto, antes de que un metaverso interoperable introduzca nuevos modelos comerciales y capacidades multiplataforma, se debe abordar el problema de la identidad y la moderación de cadenas múltiples.
La descentralización trae consigo la oportunidad de experimentar con tácticas dirigidas por la comunidad, incentivando ciertos comportamientos y permitiendo que el colectivo dicte sus propias preferencias. PubDAO, un colectivo editorial lanzado junto con Decrypt, proporciona un buen ejemplo de cómo pueden funcionar estas estructuras. Significativamente, hace una clara distinción entre moderación y censura. Los pubbers son personas de ideas afines, escritores en este caso, que son evaluados, incorporados e integrados en la cultura de la comunidad.
Ampliar este modelo a miles de millones de personas crea problemas, ya que la detección individual es inviable. Las redes sociales heredadas están plagadas de este problema, implementando la prohibición en la sombra y otras herramientas de censura para lidiar con el problema. Una solución común propuesta por los defensores de Web3 implica la detección algorítmica y la moderación incentivada para contrarrestar el abuso y, sin embargo, esto no tiene en cuenta la naturaleza de un metaverso multicadena.
Incluso cuando se hace de manera transparente y equitativa, demasiados abusos se filtrarían por la red. Usando las mismas maquinaciones del infame mezclador Tornado Cash, la herramienta de lavado elegida para el 52 % de las estafas de tokens no fungibles (NFT) antes de ser sancionado, uno podría ocultar el origen de los mensajes abusivos en nombre de la libertad de expresión. Incluso si el perpetrador se drogaba en una cadena, podía saltar a la siguiente. Este no es el tipo de metaverso que nadie quiere habitar.
Los NFT hacen que los usuarios sean rastreables a través de las cadenas
La solución potencial radica en mover las herramientas de moderación río arriba. Twitter ha probado este proceso con éxito. Al proporcionar mensajes de advertencia antes de publicar tweets, se alentó al 9% de los usuarios a cancelar sus publicaciones. En general, el estudio concluyó que hubo una reducción del 6% en los tweets ofensivos como resultado de este mecanismo.
Implementar un estándar de metadatos e infundirle identificadores descentralizados (DID) podría proporcionar una vía para la moderación ética, una que no imponga la privacidad pero garantice la responsabilidad. Tal estándar técnico multicadena garantizaría que los tokens acuñados en cualquier cadena puedan rastrearse hasta su origen dentro del metaverso. Los NFT podrían infundirse con credenciales verificables, lo que permitiría que las plataformas brinden privacidad a sus usuarios y definan los términos en los que se perderían estos derechos.
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Más importante aún, en un momento en que la seguridad cibernética es una preocupación cada vez mayor, un estándar de metadatos brindaría a los usuarios individuales una mayor protección. Las violaciones de datos en los juegos son notoriamente comunes, y más de la mitad de los jugadores frecuentes son objeto de ataques, según un informe de 2020 de Akamai. La riqueza de las víctimas y la prevalencia de las microtransacciones en el juego hacen que los ciberdelincuentes sean un objetivo lucrativo. Además de eso, los usuarios tienden a usar la misma contraseña en todas las cuentas, lo que hace que el relleno de credenciales sea un problema grave con el potencial de filtrarse en todas las industrias.
Si bien ciertamente no es una panacea, un estándar interoperable contribuiría en gran medida a consolidar las necesidades de seguridad individuales. Web3 está configurado para adaptarse a un sistema de identidad que elimina la necesidad de almacenar datos confidenciales en servidores centralizados, lo que dificulta el acceso de los piratas informáticos. En el caso de que los activos personales se vean comprometidos, un estándar de metadatos imbuido de DID permitiría la trazabilidad en el metaverso multicadena.
Los estándares de datos dictarán la evolución de la web, por lo que es importante que los hagamos bien. La interoperabilidad es más fácil de configurar desde el principio que adaptarla. Al aprender las lecciones que ofrece el desarrollo de Internet, podemos construir juntos un estándar de metadatos revolucionario que fomente una experiencia tecnosocial compartida positiva en Web3.
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