El Banco de Pagos Internacionales, o BIS, publicó un documento el martes sobre las monedas digitales del banco central, o CBDC, y cómo se pueden usar para cumplir con los objetivos de política para la inclusión financiera. El papel dibujó en entrevistas realizadas en la segunda mitad del año pasado en nueve bancos centrales que actualmente están explorando CBDC minoristas. Examinó objetivos comunes en una variedad de niveles de desarrollo económico y desafíos para la inclusión.
El documento identificó dos enfoques distintos para CBDC. Algunos bancos centrales vieron la moneda digital como un catalizador para la innovación y el desarrollo, mientras que otros esperaban que sirviera como complemento de las iniciativas existentes. Todos los bancos centrales enfatizaron la necesidad de educación y aceptación de las partes interesadas, tanto entre los consumidores como entre los proveedores de servicios.
La privacidad de los datos y los problemas relacionados con el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo se consideraron los principales desafíos. También se nombró prioridad la atención a los vulnerables (niños, ancianos y usuarios con discapacidades).
Algunos desafíos, como el aislamiento geográfico y los niveles de digitalización, variaron en grado entre los bancos centrales, pero varias características de diseño de CBDC se destacaron como clave para la inclusión financiera en todo el espectro. La promoción de un sistema de pago de dos niveles con participantes del sector privado, la interoperabilidad a través de múltiples funciones y fronteras, y una regulación adecuada fueron elementos mencionados en este contexto.
Los bancos centrales discutidos en el documento fueron los de Bahamas, Canadá, China, el Caribe Oriental, Ghana, Malasia, Filipinas, Ucrania y Uruguay. El Banco Mundial también participó en la investigación.
El BIS ha adoptado una postura firme sobre el lugar del banco central en la economía digital emergente y la necesidad de una regulación de las criptomonedas. Recientemente completó con éxito un proyecto piloto, llamado Proyecto Dunbar, con los bancos centrales de Australia, Malasia, Singapur y Sudáfrica para crear una plataforma de liquidaciones internacionales.