El Banco Central Europeo (BCE) ha introducido un marco regulatorio que permite que los proveedores de servicios de pago no bancarios (NB-PSP) accedan a los sistemas de pago del banco central del Eurosistema.
Este movimiento marca un cambio en el ecosistema de pagos de la región. Permite que las instituciones de pago y las empresas de dinero electrónico como los emisores de Stablecoin se conecten directamente a infraestructuras clave como SEPA y consejos sin depender de los bancos tradicionales.
Según la regulación:
“La elegibilidad de los NB-PSP para acceder a los sistemas de pago operados del Banco Central del Eurosistema tiene como objetivo aumentar la eficiencia y el funcionamiento sin problemas del sector de pagos minoristas, incluidos, entre otros, que facilitan la provisión de pagos instantáneos en la área euro”.
El marco proporciona a las empresas fintech y a las empresas criptográficas en la UE una infraestructura de pago que podría reducir los costos operativos y mejorar la eficiencia de la transacción.
Si bien este movimiento señala el progreso en la integración de las finanzas digitales en el sistema bancario tradicional, el BCE sigue siendo cauteloso con la criptografía ya que estas instituciones no pueden usar cuentas bancarias centrales para salvaguardar los fondos de los clientes.
BCE declaró:
“Los bancos centrales del Eurosistema no ofrecerán ni proporcionarán cuentas de salvaguardia a NB-PSP o a proveedores de servicios criptoase”.
En cambio, deben establecer arreglos separados para proteger los activos de los clientes, ya que los bancos centrales no proporcionarán cuentas de salvaguardia para NB-PSP y proveedores de servicios criptográficos.
En particular, el BCE recientemente ha adoptado una postura firme contra Bitcoin, incluso advirtiendo que puede reevaluar las relaciones con cualquier banco central europeo que lo mantenga como un activo del Tesoro. Aún así, la última decisión representa un paso hacia la modernización del panorama de pago de Europa.
¿Qué significa esto para la criptografía?
Patrick Hansen, un alto ejecutivo de Circle, señaló que este cambio podría reducir significativamente los riesgos de la contraparte al tiempo que reduce los costos de liquidación.
Según él, la regulación tiene como objetivo reducir los costos de transacción, mejorar la velocidad de liquidación y mejorar la competencia dentro del sector financiero de la UE al reducir la dependencia de los intermediarios bancarios.
Fomentaría un ecosistema de pagos más inclusivo, fomentando la innovación entre las empresas fintech y los proveedores de servicios de activos digitales.
Mientras tanto, las entidades criptográficas que investigan la iniciativa deben cumplir con los requisitos de seguridad de TI regulatorios y de TI. Estas medidas aseguran que solo las empresas con infraestructuras financieras y técnicas sólidas puedan participar en el sistema.