El gobierno de Estonia ha promulgado un proyecto de ley que introduce requisitos legales estrictos para los proveedores de servicios de activos digitales, informaron los medios locales el 21 de marzo.
La legislación, aprobada el 20 de marzo, es parte de los esfuerzos del país para regular la industria de la criptografía y mejorar su confiabilidad.
La supervisión regulatoria en el horizonte
Estonia ha sido un lugar importante para los proveedores de servicios criptográficos, y las estimaciones en 2021 sugieren que casi la mitad de las empresas de servicios criptográficos del mundo estaban registradas en el país.
A partir de 2024, la Unidad de Inteligencia Financiera (Rahapesu Andmebüroo/RAB) ha reducido el número de estas empresas a unas 50 como parte de los esfuerzos regulatorios.
Matis Mäeker, director de RAB, explicó los próximos cambios e indicó que la nueva regulación sometería a los proveedores de servicios criptográficos a supervisión financiera por primera vez. Destacó la necesidad de que estas empresas cuenten con sistemas para gestionar los activos de los clientes de forma segura, estableciendo un paralelo con las funciones de los bancos.
Según el nuevo régimen, los proveedores de servicios criptográficos quedarán bajo el ámbito de supervisión de la Autoridad de Supervisión Financiera (FSA) de Estonia o de la Finantsinspektsioon a partir de 2026.
Reglas más estrictas
La nueva legislación impone requisitos operativos y de presentación de informes más estrictos a las empresas de criptomonedas, con la posibilidad de multas de hasta 5 millones de euros, un aumento significativo con respecto al límite de 40.000 euros previsto en la anterior Ley contra el blanqueo de dinero.
Además, las nuevas reglas exigirán a los proveedores de servicios criptográficos licencias regulatorias seguras, que serán emitidas a partir de 2025 por la FSA. Mientras tanto, las entidades que ya poseen la licencia UIF actual deben solicitar las nuevas licencias para 2026.
La legislación llega en respuesta a varios incidentes de alto perfil de robos cibernéticos y quiebras de empresas dentro del sector criptográfico de Estonia, que provocaron pérdidas significativas para los inversores. Al someter a las empresas a la supervisión de la FSA, el gobierno pretende mitigar estos riesgos y garantizar una mayor seguridad para los poseedores de activos digitales.
El nuevo marco regulatorio refleja el compromiso continuo de Estonia de mantener un equilibrio entre fomentar la innovación financiera y garantizar la estabilidad del mercado y la protección de los inversores.
La publicación Estonia aprueba legislación para regular a los proveedores de servicios criptográficos apareció por primera vez en CryptoSlate.