Los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales del G7 se reunieron la semana pasada para discutir las condiciones económicas mundiales, incluida la criptomoneda.
Al comité se unieron los jefes del Fondo Monetario Internacional, el Grupo del Banco Mundial, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos y la Junta de Estabilidad Financiera, algunos de los cuales han sido anti-cripto en su postura.
El informe establece que el G7 está trabajando junto con el FSB para “supervisar y abordar los riesgos de estabilidad financiera que surgen de todas las formas de criptoactivos”. Cita la reciente caída del mercado en los criptomercados como una razón fundamental para:
“avanzar en el rápido desarrollo e implementación de una regulación consistente e integral de los emisores de criptoactivos y proveedores de servicios, con miras a mantener los criptoactivos, incluidas las monedas estables, con los mismos estándares que el resto del sistema financiero”.
No se hace referencia a la caída del 20% en el Dow Jones en correlación con la caída del mercado criptográfico. Curiosamente, una reducción en criptografía significa que se requiere una mayor regulación de manera “rápida”.
Sin embargo, los mercados tradicionales supuestamente son eficientes y están suficientemente regulados. Si bien es probable que se necesite una regulación adecuada dentro de la joven industria de las criptomonedas, también es importante considerar y aceptar los matices de los protocolos de la cadena de bloques.
Las reglas y regulaciones tradicionales se han diseñado para el mundo físico y es posible que no se apliquen a la naturaleza compleja de DeFi, GameFi y otros activos financieros digitales. Decir que el desarrollo de la criptorregulación debe completarse de manera “rápida” y “rápida” plantea la pregunta de si esta regulación será exhaustiva y apoyará la innovación. De manera alentadora, el informe indica que la regulación de las monedas estables debe:
“aborda adecuadamente los requisitos legales, reglamentarios y de supervisión pertinentes a través de un diseño apropiado y adhiriéndose a las normas aplicables”.
Además, establece que “la innovación digital en los pagos es un motor clave del progreso y el desarrollo económicos, en particular a través de servicios de pago transfronterizos más rápidos, más baratos, más transparentes y más inclusivos”.
Sin embargo, la siguiente sección del informe no se centra en los criptomercados en general. En cambio, evalúa la viabilidad y la implementación de las Monedas Digitales del Banco Central, que cree que deben “basarse en la transparencia”. Destaca que las CBDC, no las criptomonedas existentes, podrían ser la solución para los pagos transfronterizos y la innovación.
“Los CBDC con funcionalidad transfronteriza pueden tener el potencial de estimular la innovación y abrir nuevas formas de satisfacer la demanda de los usuarios de pagos internacionales más eficientes”.
Existen numerosas soluciones potenciales, incluidas Lightning Network de Bitcoin, soluciones Ethereum Layer 2 y muchas otras cadenas de bloques de capa 1 que pueden administrar, procesar y liquidar pagos internacionales en segundos con tarifas mínimas. Sin embargo, estos proyectos son públicos, de código abierto y descentralizados.
No están sujetos a las mismas leyes y jurisdicciones que las CBDC. El G7 cree que el control del sistema financiero debe permanecer dentro de sus competencias. Con una inflación global superior al 6 % y una caída del PIB mes a mes, algunos se preguntarán si es hora de cambiar y avanzar hacia la descentralización.