El gobierno de Italia anunció planes para reducir un aumento de impuestos propuesto sobre las ganancias de capital criptográfico luego de las críticas de las partes interesadas de la industria y las divisiones dentro de la coalición gobernante, informó Reuters el 11 de diciembre.
La propuesta inicial, presentada como parte del presupuesto de 2025, buscaba aumentar la tasa impositiva sobre las ganancias criptográficas del 26% al 42%, un salto significativo destinado a generar ingresos adicionales.
Sin embargo, los legisladores Giulio Centemero y el subministro del Tesoro, Federico Freni, ambos del partido cogobernante Liga, confirmaron el 10 de diciembre que el aumento se “reduciría significativamente” durante las deliberaciones parlamentarias.
Se espera que la propuesta presupuestaria revisada, incluida la postura suavizada sobre los impuestos a las criptomonedas, esté finalizada y presentada al parlamento para su aprobación a finales de diciembre. Los legisladores están bajo presión para lograr un equilibrio entre la prudencia fiscal y el fomento de un entorno propicio para la floreciente industria de activos digitales.
Impacto económico
Los críticos del aumento propuesto advirtieron que empujaría a los inversores y empresas criptográficas a la economía sumergida, socavando la transparencia y el crecimiento económico.
Centemero y Freni dijeron en una declaración conjunta que el país ya no permitiría “prejuicios sobre las criptomonedas” y pidieron una regulación equilibrada que fomente la innovación en lugar de desalentar la participación en el mercado.
Expertos políticos dijeron al servicio de noticias que el gobierno podría finalmente decidir mantener intacta la tasa impositiva actual del 26%, lo que refleja preocupaciones más amplias dentro de la coalición sobre el impacto potencial en el emergente sector de activos digitales de Italia.
Divisiones en la coalición gobernante
El ministro de Economía, Giancarlo Giorgetti, inicialmente defendió el aumento de impuestos propuesto, pero los miembros de su propio partido se resistieron.
Giorgetti enmarcó la medida como una forma de generar aproximadamente 16,7 millones de euros anuales para las finanzas públicas. A pesar de su contribución relativamente modesta al presupuesto nacional, el plan provocó acalorados debates dentro del gobierno sobre su potencial para sofocar la innovación y alienar a los inversores.
El partido Liga, conocido por su postura proempresarial, argumentó que un enfoque menos agresivo se alinearía mejor con los objetivos económicos más amplios de Italia. Argumentó que el país perdería su ventaja competitiva si decide “castigar la innovación”, instando a un replanteamiento estratégico de la política.