Según se informa, el gobierno japonés puso fin a la imposición de impuestos sobre las ganancias no realizadas sobre los criptoactivos en poder de las corporaciones, informó el medio de comunicación local CoinPost.
En una reunión de gabinete del 22 de diciembre, las autoridades supuestamente aprobaron la interrupción de los impuestos a las corporaciones por ganancias no realizadas derivadas de criptomonedas emitidas por terceros. Está previsto que este cambio de política entre en vigor el 1 de abril de 2024, lo que marcará el comienzo del año fiscal de Japón.
Bajo el nuevo régimen, las corporaciones solo pagarán impuestos cuando vendan sus criptoactivos, un cambio con respecto al sistema anterior donde los impuestos se cobraban en función de la diferencia entre el valor de mercado y el valor contable de los activos mantenidos al final de cada año fiscal.
La enmienda alivia significativamente la carga fiscal sobre las corporaciones que administran y poseen criptoactivos. En consecuencia, se espera que atraiga a más inversores institucionales al panorama criptográfico de Japón.
Además, fomentaría una mayor adopción de la tecnología Web3, apoyaría a las nuevas empresas locales y atraería a empresas criptográficas extranjeras al país.
Sin embargo, la revisión propuesta aún debe presentarse a una sesión ordinaria de la Dieta fijada para enero de 2024 y aprobada por los legisladores del país.
La decisión de revocar la obligación tributaria surge de una solicitud realizada por la Asociación Japonesa de Empresas de Criptoactivos (JCBA).
La JCBA también aboga por una tasa impositiva reducida para las conversiones de criptomonedas en efectivo, proponiendo un impuesto de suma global para los comerciantes que deseen convertir sus criptoactivos en efectivo. Además, la asociación recomienda deducciones en los impuestos arrastrados aplicados a las pérdidas y ganancias.
Estos cambios en la política fiscal indican un cambio significativo en el enfoque de Japón para regular los criptoactivos. El país asiático tiene como objetivo crear un entorno más propicio para las empresas relacionadas con las criptomonedas y, al mismo tiempo, equilibrar los requisitos fiscales.
Japón es uno de los pocos países que ha mantenido estrictas regulaciones criptográficas. El marco regulatorio fue crucial para salvaguardar los fondos de los clientes de FTX Japan de la quiebra de la empresa matriz.