Los responsables de la toma de decisiones políticas en el Reino Unido están divididos sobre si la venta, comercialización y distribución de derivados y notas negociadas en bolsa (ETN) vinculados con criptomonedas deben prohibirse cuando se trata de inversores minoristas. El Comité de Política Regulatoria considera que la medida, adoptada en 2021, no está justificada en las circunstancias actuales.
El principal regulador británico, la Autoridad de Conducta Financiera (FCA), impuso la prohibición en enero de 2021. Desde entonces, las empresas ya no pueden ofrecer productos derivados de criptomonedas, como futuros, opciones y notas negociadas en bolsa, o ETN, a clientes minoristas.
La prohibición general se impuso a pesar de que el 97% de los que respondieron a la consulta de la FCA se opusieron a la prohibición “desproporcionada”, y muchos argumentaron que los inversores minoristas son capaces de evaluar los riesgos y el valor de los criptoderivados.
El 23 de enero, el Comité de Política Regulatoria (RPC, por sus siglas en inglés), un organismo público asesor patrocinado por el Departamento de Negocios, Energía y Estrategia Industrial del gobierno, presentó su razones contra la prohibición de FCA.
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Utilizando el análisis de costo-beneficio, el RPC evaluó las pérdidas anuales de la medida en aproximadamente 268,5 millones de libras esterlinas (333 millones de dólares). Como establece el RPC, la FCA no brindó una explicación clara de lo que sucedería específicamente en ausencia de la prohibición. Tampoco explicó la metodología y los cálculos para estimar los costos y beneficios en ese momento. Sobre esa base, el RPC califica la prohibición en el nivel “rojo”, lo que significa que no es apta para su propósito.
La revisión negativa de RPC no conduce necesariamente a la revocación directa de la legislación. Sin embargo, dados los vínculos del comité con el Departamento de Estrategia Comercial, Energética e Industrial, puede marcar la comprensión diferente de la regulación razonable por parte de la FCA y el gobierno.
El año pasado, las autoridades financieras británicas realizaron una serie de esfuerzos significativos para fomentar el desarrollo de la industria digital. Por ejemplo, los “criptoactivos designados” se incluyeron en una lista de transacciones de inversión que califican para la Exención del administrador de inversiones.