El colapso de TerraUSD (UST) y su token hermano Luna Classic (LUNC) ha creado una urgencia para que los gobiernos de todo el mundo reine en el criptomercado.
El Reino Unido se ha unido a la liga de países que intentan regular el espacio de los activos digitales y aumentar la protección de los inversores.
El gobierno británico quiere traer a los emisores de monedas estables bajo los pliegues de la legislación existente con ciertas enmiendas.
El documento de consulta, publicado el 31 de mayo, decía:
“… el gobierno considera que es importante garantizar que los marcos legales existentes se puedan aplicar de manera efectiva para gestionar los riesgos que plantea la posible falla del ASD sistémico [digital settlement asset] empresas con fines de estabilidad financiera”.
El gobierno está a favor de aplicar el Régimen de Administración Especial de Infraestructura del Mercado Financiero (FMI SAR) a las empresas de activos digitales.
El FMI SAR se estableció para hacer frente a los riesgos planteados por la falla de los sistemas de pago reconocidos como sistémicos. La legislación proporcionará al Banco de Inglaterra, el banco central del país, la supervisión de las empresas de criptomonedas.
El Banco de Inglaterra tendrá el poder de nombrar un administrador para supervisar los acuerdos de insolvencia de las empresas de criptomonedas que quiebren.
Actualmente, el FMI SAR impone un objetivo a los administradores para garantizar la continuidad de los servicios para las empresas que llegan a la insolvencia. Pero esto es insuficiente para garantizar la protección del cliente y la estabilidad financiera si falla una moneda estable, como en el caso de Terra. El documento de consulta decía:
“La continuidad del servicio puede no ser suficiente para mitigar los riesgos para la estabilidad financiera que surgen de la quiebra de una empresa DSA sistémica, particularmente cuando un gran número de personas pueden perder el acceso a los fondos y activos que han elegido mantener como DSA”.
Por lo tanto, el gobierno quiere enmendar el FMI SAR para agregar un objetivo adicional para los administradores: garantizar la devolución o transferencia de los fondos de los clientes y los activos de custodia. El Banco de Inglaterra, como principal regulador, decidirá qué objetivo tiene prioridad caso por caso.
En caso de superposición normativa entre el banco central y la Autoridad de Conducta Financiera (FCA), especialmente en lo que respecta a la protección del consumidor, el Banco de Inglaterra deberá consultar a la FCA.
El documento de consulta decía que las enmiendas se proponen a la luz del “potencial de las monedas estables para convertirse en un medio de pago generalizado”.
Sin embargo, el documento de consulta también señaló que los eventos recientes del mercado, en referencia al colapso de Terra LUNA a principios de este mes, han “resaltado la necesidad de una regulación adecuada para ayudar a mitigar los riesgos para el consumidor, la integridad del mercado y la estabilidad financiera”.
Las enmiendas propuestas serán consideradas por el Parlamento cuando el tiempo lo permita. El periodo de consultas finaliza el 2 de agosto.