El Departamento del Tesoro de EE.UU. dijo el 8 de febrero que sus últimas evaluaciones de riesgo muestran que los activos virtuales representan actualmente una pequeña fracción de los flujos totales de lavado de dinero en comparación con las monedas fiduciarias; sin embargo, se están convirtiendo en una preocupación cada vez mayor para las agencias reguladoras y de aplicación de la ley.
El regulador reveló los hallazgos en sus Evaluaciones Nacionales de Riesgos de Lavado de Dinero, Financiamiento del Terrorismo y Financiamiento de la Proliferación de 2024. Los informes señalan un panorama en evolución de las criptomonedas y otros activos virtuales como una frontera financiera innovadora y una nueva vía para la explotación criminal.
A pesar de representar una porción menor del total de los flujos financieros involucrados en el lavado de dinero, el floreciente sector de los activos virtuales plantea importantes cuestiones regulatorias, de cumplimiento y de aplicación.
Preocupaciones regulatorias
Una de las principales preocupaciones que plantea el Tesoro es el cumplimiento inconsistente de las regulaciones ALD/CFT en diferentes jurisdicciones. Esta inconsistencia, junto con las características únicas de los activos virtuales que facilitan el anonimato y las transacciones transfronterizas, plantea desafíos importantes para frenar las actividades de lavado de dinero.
Según el informe, la adaptabilidad de los blanqueadores de dinero a la era digital es evidente en el uso de herramientas y métodos sofisticados para ocultar los orígenes de los fondos ilícitos. Detalla cómo los delincuentes aprovechan diversas tecnologías y métodos para ocultar los orígenes de los fondos ilegales, complicando los esfuerzos para rastrear y contrarrestar el lavado de dinero.
Técnicas como la combinación de servicios, monedas de privacidad y saltos de cadena entre diferentes activos de blockchain son particularmente preocupantes. Estos métodos, junto con el uso de carteras y plataformas no alojadas que permiten transacciones directas entre pares sin supervisión de intermediarios, obstaculizan significativamente la eficacia de las medidas ALD/CFT.
La naturaleza descentralizada de muchas transacciones de activos virtuales, especialmente dentro de DeFi, exacerba aún más estos desafíos al ofrecer un escudo de anonimato a quienes buscan eludir la supervisión regulatoria. El informe destaca las complejidades de las plataformas DeFi y los esquemas de inversión en activos virtuales, que se han convertido en terreno fértil para el fraude y el lavado de dinero.
Según el Tesoro, la falta de control centralizado y el anonimato que brindan estas plataformas plantean riesgos sustanciales, ya que los delincuentes explotan estas características para actividades ilícitas, incluidos pagos de ransomware y lavado de fondos robados.
Camino por delante
Para abordar estos desafíos, el Tesoro aboga por marcos regulatorios mejorados, mejores prácticas de cumplimiento entre los proveedores de servicios de activos virtuales (VASP) y una mayor colaboración entre los organismos reguladores y la industria de activos virtuales.
Establecer directrices claras y adoptar herramientas analíticas avanzadas son cruciales para mitigar los riesgos asociados con los activos virtuales. Además, el Tesoro enfatiza la importancia de la cooperación internacional para garantizar un enfoque global coherente para regular y monitorear el mercado de activos virtuales en rápida evolución.
El informe también enfatizó la necesidad de una adaptación y vigilancia continuas para abordar el panorama cambiante de los activos virtuales y su uso en actividades de lavado de dinero, sugiriendo un enfoque multifacético que involucre innovación tecnológica, ajustes regulatorios y colaboración internacional.